Amerikua es un término que hemos derivado del vocablo Amerrikua para nombrar nuestro blog.
Amerrikua es un término originario del pueblo Maya antiguo que significa “el país de los vientos o de los altos vientos”, “tierra de los hura-kanes” o “vientos violentos”. De esta palabra se origina realmente el nombre dado al continente americano y no como reconocimiento al conquistador florentino Américo Vespucio o Vespucci, cuyo nombre de pila era en realidad Alberic, Alberico o Alberigo. Este italiano fue, según la historia “oficial”, quien notó que las tierras “descubiertas” por Colón no eran las “indias”, sino un “nuevo mundo”.
También existe otro posible origen autóctono, no excluyente, para el término América, el cual puede relacionarse con la comarca montañosa nicaragüense denominada Americ, Amerrique o Amerique, que se extiende entre Juigalpa y Libertad en el departamento de Chontales.
Esta costumbre colonial de bautizar con nombres eurocéntricos o ajenos a nuestra identidad, se corresponde con la colonización de que fuimos objeto después de conquistarnos. El propósito fue esconder y tratar de desaparecer o escamotear nuestras raíces propias, las cuales no tienen nada que envidiar a otras raíces.
En la modesta investigación que realizamos en el ámbito de internet sobre el término Amerrikua encontramos, por una parte, innumerables usos de dicho término en referencia a América, y por otra parte, dos “chateos” o conversaciones de foros en internet, los cuales hacen referencia a tres autores importantes que, previa verificación por nuestra parte, sustentan suficientemente el origen autóctono del nombre de nuestro continente: el destacado y renombrado naturalista Alejandro de Humboldt; la cofundadora de la Sociedad Teosófica y contribuyente a la difusión de la Teosofía moderna Yelena Petrovna Blavátskaya; y el geógrafo y científico uruguayo Danilo Antón. (Toma jabón para que laves…)
No obstante las dudas que puedan esgrimirse, con orgullo “Amerrikuano” o latinoamericano y caribeño, patriagrandiano o americano, como quieran, quisimos creer y creemos que el origen del nombre de nuestro continente es también nuestro, esperando que en futuras y más profundas investigaciones encontremos datos aun más precisos al respecto.